martes, 19 de octubre de 2010

CAPITULO II


Una vez que mi tía se hubo recuperado y luego de haberme asegurado de que quedaba en buenas manos, partí hacia Quirbet1 en compañía de Persis, Urbano, Apeles, Trifena, Lucio de Sardis y Hermes, parte de los hermanos que habían venido a Pozzuoli con Shaúl. Algunos iban hacia Cencrea, donde primeramente yo debía llevarles unas cosas a ustedes, y otros seguirían hasta Yerushalayim2, para después continuar hasta Quirbet donde debía quedarme por un tiempo.
El viaje fue muy largo, pasamos terribles tormentas, y vientos tempestuosos, pero al llegar al puerto de Cencrea, y encontrarme contigo supe que había valido la pena. Allí te conocí y comencé  a admirar la forma en que te conducías y llevabas a cabo la labor de servir a Elohim. Me asombró que  la congregación fuera tan pequeña, pero con una labor tan grande y necesaria, para sostener en la Fe a los hermanos que vivían allí debido a que estaba fuertemente instalada la adoración a otros dioses.
La comunidad Mesiánica era muy perseguida, hecho que pude comprobar cuando pasamos por Corinto donde se creía que constituían una secta, y eran llamados Netzarim3. Allí, Shaúl y sus discípulos habían hecho un gran trabajo para el Adón. Los hermanos trabajaban y las ganancias que obtenían eran impartidas continuamente a las familias que demandaban mucha ayuda, entre todos generaban un fondo común para suplir sus necesidades, ninguno retenía sus posesiones para fines egoístas sino que con extrema bondad, las distribuían entre los hermanos. Recordé el proverbio que dice: “Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza”4. Conocí a Estaquis, uno de los hermanos que ministraba la congregación. Nos recibió con gozo y un gran amor fraternal, nos albergó en su casa, humilde pero muy grande, allí se reunían los hermanos al atardecer para compartir todo lo vivido durante el día y, cena de por medio, adorar a Nuestro Padre Celestial con hermosas melodías y cantos en hebreo, idioma que pude aprender mejor en Pozzuoli. Estaquis me puso al tanto del odio nacido del fanatismo y la fuerte oposición que había hacia la causa del Mesías y a todos aquellos que la seguían. Yo le conté que cuando tomé la decisión de servir a Elohim sabía, por medio de revelación, a lo que me enfrentaría pero también tenía presente constantemente los frutos de esa decisión, sabía que necesitaría valor, firmeza y conocimiento de la Palabra de Nuestro Padre Celestial porque sería perseguida, denigrada y hasta encarcelada por causa del Nombre Santo de mi Creador y el de su hijo Yahshúa. La tarea de llevar las “Buenas Nuevas”es tan difícil para los hombres como para las mujeres aún más en esta época en que el estudio de la Palabra es casi una exclusividad para los hombres. Al segundo día caminábamos con Persis y nos acercamos a escuchar a un hermano que estaba predicando en un lugar cercano al puerto, en ese momento desembarcaban unos sacerdotes Perushim5 que se dirigían hacia Roma y al escuchar a este hermano pronunciar el Nombre Sagrado de Elohim rasgaron sus vestiduras y embistieron con toda su furia  contra este. Después de golpearlo salvajemente, lo mandaron a arrestar y pidieron que fuera juzgado por la corte del rey Agrippa II. Esa noche, llenos de tristeza y casi descorazonados, oramos incansablemente por la vida de Lucio, tal era su nombre, y porque fuese librado del terrible celo equivocado con el que eran juzgados los hombres y mujeres que caían en manos de este tribunal encarnizadamente opositor. Antes de irnos fuimos a ver a Lucio a la prisión donde se hallaba y vi a un hombre dolorido por los golpes y muy cansado por la falta de sueño, pero lleno de confianza en Elohim, aunque temeroso de que nosotros, por haber sido testigos de su opresión, desistiéramos de la causa. Lo animé asegurándole que eso nos daba más fuerzas para continuar, más aún viéndolo a él que a pesar de todo, se mantenía firme y confiado en que la voluntad del Padre se haría y que eso era lo mejor, por que al sufrir por su causa, se haría merecedor de una  gran recompensa Divina. Me fui de allí, alimentada mi alma, con la sensación de que todo saldría bien y con la promesa de que recibiría noticias mías en cuanto llegara a destino.
Estuvimos tres días en Corinto y partimos hacia Cencrea con las bendiciones de nuestros hermanos de la congregación y llenos de provisiones que nos dieron para que nuestra travesía fuera más amena.

Referencias:
1. Quirbet Qumran.- Antiguo asentamiento Judío en Israel cerca de las grutas donde se encontraron los denominados Manuscritos del Mar Muerto en 1947, esta situado al noroeste de dicho mar.
2. Yerushalayim.- En hebreo;  Jerusalén principal ciudad de Israel.
3. Netzarím.- En hebreo; Nazarenos, término que se utilizaba para mencionar a los seguidores del Mesías.
 4. Proverbios 11: 24
5.Perushim.- En Hebreo; Fariseos, denominados unas veces secta y otras escuela de pensamiento judío, surgen como grupo en el siglo II a.M. eran grandes opositores del movimiento Mesiánico.

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