sábado, 23 de octubre de 2010

CAPITULO V

“La higuera no volverá a echar brotes,
ni habrá que recoger viñas.
Fallará la cosecha del olivo, los campos no darán alimento
Faltará el ganado menor en el aprisco,
no habrá ganado mayor en los establos.
¡Más yo YaHWéH me alegraré, y me gozaré en el Elohim de mi salvación!
YaHWéH mi señor es mi fuerza, Él me da pies ágiles como de siervas,
Y por las alturas me hace caminar.”

Habacuc 3:17-19


V

Era el primer día de la semana y mientras moldeaba las piezas de barro, escuchaba a Victoria que no dejaba de hacer comentarios sobre lo bien que se había sentido en la celebración del Shabat. Yo la entendía porque desde que estaba en la Fe a mí tampoco dejaba de asombrarme la maravillosa sensación que se sentía celebrar entre hermanos un día como el Shabat. Así como ella yo también había participado de reuniones de gente en días especiales para el mundo, pero eran muy distintas de las que organizábamos con los hermanos en la Fe. En esas otras abundaba el vino y las mesas desbordaban de comida, la gente participaba de bailes desenfrenados y actos sexuales inmorales que provocaban brutales peleas, llevando a algunos hasta la muerte. Agotados por una noche de lujuria terminaban durmiendo en cualquier lugar. Al otro día encontrabas gente durmiendo en el piso de la sala, en los patios y hasta en la calle.
Victoria me contaba que en Cencrea los griegos no distaban mucho de los hispanos a la hora de divertirse, eran muy similares. Por esta razón, entre otras, nos diferenciábamos muchísimo de lo que ella conocía y sin duda, cada vez más deseaba alejarse de su pasado.
Al terminar nuestra conversación golpearon la puerta, con mucha fuerza. Persis entró agitada al cuarto avisando que una mujer y dos hombres buscaban a Victoria, quien gritó desesperadamente:
-          ¡No dejes que me lleven!
-          Nada te va a pasar,- le dije – confía en el Adón.
Le pedí a Persis que se quedara en el cuarto y que se pusieran a orar pidiéndole a Elohim su Protección mientras yo iba a atender a las personas que  buscaban a Victoria.
La mujer que estaba parada en la puerta tenía el aspecto de una persona ruda, de modales muy bruscos. Me preguntó si Victoria estaba en la casa, le dije que sí pero que no la podía atender. Los hombres que la acompañaban me empujaron violentamente y entraron a la casa. Gritando la llamé a Persis pero en ese momento Victoria era tomada por la fuerza y Persis estaba desmayada en el suelo. Debido a los gritos Rufo, y Hermas que estaba con él, acudieron rápidamente al lugar. Después de pelear con los dos hombres, lograron soltar a Victoria y que éstos se fueran.
La mujer en tono amenazador nos dijo que iba a volver, ella quería de regreso a su hetaira, y según lo que nos dijo Victoria, no iba a parar hasta conseguirlo. Esa noche Rufo se quedó durmiendo en la sala para protegernos por si volvían.
Me quedé muy preocupada por lo que pudiera llegar a acontecernos más adelante, pero confiaba en la protección de nuestro Padre Celestial. Finalmente me dormí orando y pidiéndole a Elohim que no me abandonara en ese momento tan difícil. Le pedí que me diera sabiduría para poder ayudar a esta hermana que tanto me necesitaba.
A la mañana siguiente le dije a Rufo que le llevara a  Hermas los adornos de cerámica para que los vendiera en el puerto. No eran demasiados porque la mayoría se habían roto cuando los hombres que buscaban a Victoria entraron bruscamente en el cuarto causando destrozos. Necesitábamos con urgencia obtener ingresos porque se nos estaban acabando los víveres.
Persis estaba muy perturbada por todo lo que había sucedido, estaba triste y agotada. Le dije que tenía que ser fuerte para afrontar las pruebas por las que debíamos pasar. Sólo los que resistan van a ser merecedores de estar en el Reino de los cielos, eso significaba no sólo resistir las tentaciones que el maligno te ponía en el camino, sino también resistir todas las pruebas, inclusive las más duras. La respuesta está en que si en nuestros momentos de mayor debilidad dejamos que Elohim actúe en nosotros, nada podrá contra nosotros. El nos fortalece en esos momentos en los que creemos que por nosotros mismos no podemos hacer nada.
Victoria, que había escuchado nuestra conversación, me dijo que se sentía culpable por todo lo que estaba sucediendo y que la mejor solución era irse, porque no conocíamos la maldad con la que actuaba Cirene, la dueña de la casa donde ella trabajaba, que seguramente en esos momentos estaba planeando como vengarse y que cuando volviera, como nos dijo, iba a ser peor que la primera vez.
A lo que respondí:
-          Sé que en algún tiempo voy a tener que partir, estoy esperando una carta de la persona que me inició en el camino de la Fe, que me confirme cuando. Mientras tanto no vamos a huir a ninguna parte, debemos enfrentar lo que esté por suceder, además no estamos solas, nos esta protegiendo nuestro Padre Celestial y los hermanos que están dispuestos a socorrernos ante cualquier necesidad.
-          Tengo tanto que agradecerle a tu Elohim, que ahora es el mío, por haberte puesto en mi camino...- me dijo llorando, dolorida y con la voz quebrada. – Necesito que ores conmigo porque no sé cómo empezar. Debo pedirle que me de un poco de la Fe que tu tienes, por que con solo un poco tendré la fortaleza necesaria para seguir.
Por supuesto que no me negué ante tan importante pedido y a partir de ese momento estuve más segura que nunca, que no debía dejar la causa del Adón. Me di cuenta de la cantidad de almas sometidas en la oscuridad que deberían estar necesitando de alguien que les llevara la luz de la salvación y la verdad que es por medio de nuestro Adón Yahshúa ha Mashíaj, y como me sucedió a mi todos merecían la misma oportunidad.
Cerca del medio día, cuando nos disponíamos a compartir los alimentos, apareció Rufo agitado, nos avisó que Cirene estaba alentando a los griegos para que nos acusaran de revolucionarios y los había convencido de que representábamos una amenaza para la religión que ellos profesaban, porque éramos una secta que blasfemaba contra los dioses de ellos y estábamos convirtiendo a los ciudadanos a nuestra ideología.
En ese momento ingresaron en la casa soldados de la guardia del procónsul y con ellos Cirene  quien presa de furia, gritó: - ¡Ella es la que insita al pueblo contra los dioses! ¡Y ése, - señalando a Rufo- se llevó a mi empleada por la fuerza!
Allí nos apresaron, a Rufo y a mí.
Les dije a Persis y a Victoria que no desesperaran y se mantuvieran firmes en la Fe confiando que se haría la voluntad de Elohim.
En ese momento fuimos llevados ante el tribunal de Galión, Procónsul de Acaya. Los griegos expresaron su disgusto por nosotros diciendo: ¡Estos incitan al pueblo a honrar a otro dios blasfemando en contra de nuestros dioses!
Galión cansado de ese tipo de discusiones generado por el fanatismo de la gente de Corinto y Cencrea decidió ponerle fin a ese acto. Indagando sobre el problema no encontró causa alguna para juzgarnos. Además éramos ciudadanos romanos y no quería tener problemas con el emperador a causa de efectuar un juicio falso por estar a favor de los griegos. Consultó entre la gente si había alguna otra acusación más grave por la cual valiese la pena juzgarnos, pero no encontrando respuesta valedera nos dejó en libertad, advirtiéndonos que si causábamos más problemas, seríamos encarcelados. No era la primera vez que Galión presenciaba acusaciones contra los seguidores del Mashìaj. Con anterioridad había tenido que juzgar a Pavlos, cuando estuvo en Corinto, por las mismas acusaciones. No dejándose llevar por los judíos no creyentes en el Mashíaj, que eran los acusadores de Shaúl en ese momento, lo dejó en libertad. A nuestro regreso nos recibieron los hermanos de la congregación con mucha alegría. Había tanta gente junto con ellos, dispuesta a ofrecernos su apoyo, que mi alma se llenó de Felicidad y comprendí cual había sido el fin de todo lo que había sucedido.
Elohim tiene esa forma misteriosa de enseñarnos lo importante, a través de las pruebas y espera que aprendamos a través de ellas. Si lo hacemos, grande es el premio que recibiremos.
Como recordarás, mi hermanita amada, dentro de la casa estabas tú, que habías vuelto de Atenas. Persis y Victoria se habían encargado de ponerte al tanto de todo lo que nos había acontecido en tu ausencia.

miércoles, 20 de octubre de 2010

CAPITULO IV

Él le dijo: “Amarás a YHWH, tu Elohim, con todo tu corazón,
Con toda tu alma y con toda tu mente.
Este es el mayor y el primer mandamiento.
El segundo es semejante a este: “Amarás a tu prójimo
Como a ti mismo”
De estos dos mandamientos penden toda la Torah y los profetas.

                             Mateo 22:37-40
   
IV

 Al día siguiente, dejándome un montón de instrucciones y al cuidado de tu casa, partiste hacia Atenas para encontrarte con Timoteo, discípulo de Shaúl y colaborador incondicional de la causa, quien te pondría al tanto de las últimas novedades.
Deseosa de comenzar a contribuir en la congregación, fui en compañía de Persis y un hermano llamado Rufo, que nos servía de guía, a la casa de un escultor que me daría el torno para hacer artesanías en barro y venderlas en el mercado que estaba muy cerca del puerto. Estaba asombrada por los hermosos jardines que había en Cencrea, adornados con imponentes estatuas de sus dioses y de héroes deificados, que la gente rodeaba con hermosas flores. Había muchos santuarios dedicados a deidades paganas, la ciudad estaba enteramente entregada a la idolatría, la gente se reunía en las plazas a escuchar a los sabios y discutir sobre la justicia, el amor, o la razón; eran orgullosos creyentes en las teorías humanas y exponentes de los falsos sistemas de culto. Rufo nos advertía que había lugares donde no teníamos que acercarnos, como las tabernas o las casas donde las mujeres, llamadas  hetairas, se entregaban a los placeres de los hombres a cambio de  joyas, oro o ropa. Como nosotras éramos mujeres extranjeras estábamos expuestas a ser capturadas para tal fin, por eso debíamos estar continuamente acompañadas.
El camino hasta la casa del escultor se había tornado angustioso por todo lo que estaba viendo y oyendo, mi corazón estaba lleno de compasión por la gente de aquel lugar, que a pesar de ser famosa por su cultura e inteligencia no conocía al Dios verdadero ni los atractivos de las cosas celestiales. Al llegar nos recibió una mujer muy atenta que nos invitó a pasar a su casa y nos convidó con deliciosas frutas, mientras esperábamos a Hermas, “el escultor”, que estaba en su taller  trabajando. La mujer, llamada Junia, nos contó que conoció a Pavlos, cuando su esposo estuvo muy enfermo. En ese tiempo se corría el rumor de que había un judío en Cencrea que sanaba a los enfermos y se hospedaba en la casa de Febe. Junia mandó llamar a Pavlos quien acudió inmediatamente y sanó a aquel enfermo en el nombre de Yahshúa ha Mashiaj, nombre que hasta entonces no conocían. Estaban maravillados por la sabiduría con la que Shaúl les hablaba sobre el reino de Elohim, no dudaron un instante en aceptar la palabra y unirse al grupo de creyentes, no sólo porque había algo en sus corazones que les decía que ése era el camino correcto, sino también por la enfermedad de Hermas. Habían ofrecido sacrificios y ofrendas a todos los Dioses de Cencrea, pero no obtuvieron respuesta; el Elohim de Pavlos fue el único que escuchó sus plegarias y al cual a partir de ese momento honraron. Mientras Junia terminaba su relato apareció Hermas con el torno y preguntó para quién de nosotros era y yo le respondí que era para mí. Asombrado me preguntó si sabía usarlo y le conté que allá en Hispania era un oficio común y que yo lo había aprendido de mi abuela. Muy amable se ofreció a llevar las artesanías que hiciera al mercado del puerto, donde él tenía un puesto. Le agradecí muchísimo el favor y lo bendije por la ayuda que me estaba brindando. Esa tarde nos invitaron a cenar. Después de bendecir los alimentos Hermas ofició una oración de agradecimiento al Altísimo, como acostumbraba nombrar a Elohim, por habernos conocido y pidió protección para nuestra vuelta a casa debido a que a la noche salían los hombres embebidos en alcohol y las personas que eran asiduas a los lugares nocturnos, peligrosas en su mayoría. Nos despedimos de aquellas amables personas, que nos hicieron sentir como si fuéramos parte de su familia, después de todo, los que profesamos la misma Fe estamos unidos por el amor a un mismo Elohim y Él nos considera a todos sus hijos. Además, como sabrás,  no me cuesta para nada encariñarme con las personas, quizá por que no tuve hermanos y tampoco una familia muy afectiva. A la vez el amor a Yah1 te endulza el alma sensibilizándote, haciéndote mas amoroso y comprensivo con tu prójimo.
Emprendimos el camino de regreso a tu casa, Persis se agarraba fuertemente de mi brazo, estaba muy nerviosa por que las calles estaban muy oscuras y temía que algo nos sucediera, Rufo le dijo que no temiera por que estábamos bajo la protección de Elohim y además contábamos con su cuidado porque si bien no poseía grandes atributos físicos era muy valiente. Con tal comentario Persis emitió una carcajada, lo que le sirvió para relajarse.
Cuando pasábamos por una de esas casas donde se realizan actos inmorales con fines lucrativos, escuchamos los gritos de una mujer que era echada a la calle y estaba siendo golpeada por un hombre, que parecía ser presa del más grande odio. Me solté del brazo de Persis y corrí para socorrerla, por detrás me siguió Rufo gritándome que no lo hiciera. Cuando me acerqué pidiéndole al hombre que la soltara, me asestó un golpe en la cara que me hizo perder el equilibrio, en ese momento vi que Rufo se abalanzaba sobre él y con un palo le pegaba un golpe en la cabeza que lo desvaneció. Eso nos dio tiempo para ayudar a la mujer que estaba tendida en el suelo muy lastimada. Decidí que la lleváramos a tu casa, Febe, para curar sus heridas. Persis y Rufo me decían que era muy arriesgado y que recordara donde la habíamos encontrado, pero a mí no me importó y exhortándolos a que cambiaran de actitud, los insté a que me ayudaran a cargarla porque no podía caminar bien debido a los golpes de los que había sido víctima. Cuando llegamos la recosté  sobre mi cama y le limpié las heridas. Rufo, que vivía en una casa contigua, se despidió diciéndonos que acudiéramos a él si algo se complicaba.
La mujer estaba  profundamente dormida. Persis, muy asustada me pidió que orara con ella pedido al que accedí y, después de pedir protección a nuestro Padre Celestial e implorarle que sanara a esa pobre mujer por la que sentía una profunda compasión, dolorida por el golpe que recibí en mi rostro, me recosté en el piso sobre unas pieles al lado de la cama donde descansaba la mujer.
Después de una terrible noche, Persis entró en la habitación para despertarme. Era muy temprano pero debía levantarme porque tenía que hacer muchas cosas antes de que comenzara el Shabat2. La mujer que acababa de despertar, preguntó donde estaba, le conté todo lo que había pasado y no dejaba de agradecerme el no haberla abandonado por que es lo que se acostumbra hacer cuando les suceden ese tipo de cosas a mujeres como ella. La sociedad las consideraba algo muy sucio como para arriesgarse a ayudarlas. Le pregunté  su nombre, cómo se sentía y si tenía algún lugar adonde ir. Me dijo que se llamaba Victoria, me contó que la casa donde trabajaba era el único lugar donde podía ir, pero que ya no quería volver. Le dije que descansara porque se había quejado toda la noche del dolor, que yo velaría por ella hasta que se recuperara y después veríamos que podíamos hacer.
Persis seguía muy preocupada, pero le dije que confiara en Elohim. Él iba a hacer su voluntad sobre nosotras y sobre aquella mujer, que estaba muy sola y necesitaba de nuestra compañía para poder salir del problema en que se encontraba.
Me apresuré en conseguir lo que necesitaba para comenzar a trabajar. Rufo me avisó que los hermanos se reunían todos los Shabat en tu casa, que no me preocupara por nada porque cada uno llevaba lo necesario para compartir en la cena, algo que me agradó muchísimo saber.
Recuerdo que tenías en tu casa un cuarto con una amplia ventana que estaba desocupado. Te lo pedí antes de que te fueras, para poder trabajar allí, así que lo limpié y guarde mis cosas en ese lugar hasta que terminara el Shabat.
Persis me dijo que Victoria se había levantado, la fui a ver y la invité a participar del Shabat que estaba por comenzar. Con una expresión en su rostro de no entender lo que le estaba diciendo, me preguntó:
-     ¿Qué es eso del Shabat?
-      El Shabat – le dije yo – es el séptimo día de la semana, en el que se descansa de todas las labores, es un día Festivo que instituyó perpetuamente nuestro Padre Celestial para que estemos en comunión con El, agradeciéndole todas las cosas que nos brinda. Nosotros lo hacemos con cantos y alabanzas.
Aunque su expresión era de entusiasmo me di cuenta que seguía sin entender, así que le conté quien era Elohim y cuál era su nombre, por qué era necesario que se arrepintiera y me dijo:
-       No te preocupes Julia, lo que me pasó ayer fue suficiente para que me dé cuenta que la vida que llevo es terrible, tengo dolores en el cuerpo que quizás se vayan pero los que tengo en el alma solo un milagro los podrá quitar.
-       Seguramente, - le dije – yo creo en los milagros, pero en los que hace mi Padre Celestial, únicamente Él puede sanar un alma afligida, pero para que eso suceda, debemos mostrar un arrepentimiento sincero, humillarnos y aceptar el amor que Él esta dispuesto a darnos. Si seguimos sus caminos, estamos destinados a recibir la mayor recompensa que un ser humano puede esperar, la salvación eterna.
-          Entiendo. – Me dijo. Y con lágrimas en sus ojos me agradeció una vez más lo que hacía por ella. Le conté que si me hubiera conocido antes, tal vez. no hubiera tenido la misma actitud hacia ella, porque yo era una persona muy egoísta, y que el cambio lo había provocado el haber entendido el amor misericordioso que Elohim tiene por mí, debido a que nadie en este mundo se sacrificaría de la manera en que Él lo hizo entregando la vida de su Hijo para perdón de nuestros pecados. El agradecimiento se lo debía a YaHWéH en el nombre de Yahshúa ha Mashiaj quien dio la vida por ella y por todos.
Mientras seguía nuestra conversación entró Persis a la habitación para avisarnos que los hermanos estaban llegando. Le dije a Victoria que si no se sentía en condiciones no era necesario que estuviera en la sala donde estaríamos todos pero me dijo que se asearía y que participaría con mucho gusto de la celebración.
Fui a la sala a recibir a los hermanos. Los primeros en llegar fueron Rufo, Hermas y Junia, que nos ayudaron a preparar la mesa, luego llegaron Urbano y Apeles que habían venido conmigo desde Pozzuoli, y junto a ellos entraron a la casa más personas que yo no conocía pero que profesaban la misma Fe, mas tarde nos sentiríamos como si toda la vida hubiésemos estado juntos.
Referencias:

1. Yah.- (del hebreo) forma afectiva de usar el Santo Nombre de YaHWéH, en las Sagradas Escrituras suele encontrarse en los salmos con la letra J (“canten salmos a Jah” o “alaben a Jah”)
 2. Shabat.- Séptimo Día, Bendecido, declarado kadosh (santo), y también guardado por YAHWEH. Gen. 2:2-3 y Heb. 4:4,10, Dia de descanso. La iglesia Católica Apostólica Romana lo sustituyó por el domingo, "Sunday (domingo, Dies solis, del Calendario Católico Romano; día del sol, porque fue dedicado al sol), el primer día de la semana fue adoptado por los primeros cristianos (católicos) como día de adoración, siguiente: "Ninguna regulación para su observancia está expuesta en el "nuevo testamento", ni ciertamente, su observancia era prescrita." La observancia del domingo no es de las Escrituras, sino de la adoración astrológica del dios-Sol y reconoce al Papa como "dios" de este mundo, tal como él afirma. De la Enciclopedia of Religious Knowledge (Enciclopedia de Conocimiento Religioso), Vol. IV, Schaff, Funk & Wagnalls Company.

CAPITULO III


“Yo entonces volveré puro el labio de los pueblos,
para que invoquen todos
el nombre de YaHWéH,
y le sirvan bajo un mismo yugo.
Desde más allá de los ríos de Etiopía, mis suplicantes,
mis hijos dispersos me traerán mi ofrenda.”

Sofonías 3:9-10

 

                                                                     III

Al llegar a la congregación, recibí la primera carta de Shaúl. Esa carta hermana, me animó y me dio muchas fuerzas para continuar con la causa, porque a pesar de ser yo una persona decidida y convencida de que el camino que había tomado era el correcto, también tenía dudas y temores. Mi Fe recién comenzaba a tomar verdadera fuerza, necesitaba las palabras de aquel hombre al que amaba como si fuera mi padre y que había sido el instrumento utilizado por Elohim para la renovación de mi alma.
Impaciente, la llamé a Persis para que la leyera conmigo. Nos sentamos a la sombra de un árbol y tú amablemente nos acercaste agua para beber y un rico pan horneado, porque desde que llegamos. No habíamos descansado ni probado bocado y la noticia de la carta me hizo olvidar de ello.

Esta es la primera carta:
De: Shaúl, discípulo de Yahshúa ha Mashíaj por la voluntad de Nuestro Padre Celestial, en la esperanza de vida eterna, la cual Elohim, que no miente, prometió desde antes del comienzo de los siglos.
A: Julia hija amada, que el Shalom1 de Elohim y de Yahshúa ha Mashíaj esté contigo.
Sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones, rogando que seas fuerte y te mantengas firme en la Fe, manteniéndote en la verdad que con inmenso amor te fue revelada. Me lleno de gozo al recordar el día en que decidiste aceptar la salvación que, a través de la sangre derramada por medio de nuestro Salvador Yahshúa, te fue otorgada y te convertiste en una fiel servidora de Elohim. Estoy seguro de que en ti no hay una Fe fingida, por lo cual te aliento para que sigas avivando ese fuego santo que te quemó en un principio, difícil de evitar, que es el llamado de Elohim a través de su Rúaj2.
Ahora tienes la hermosa labor de dar testimonio de la Palabra a todos aquellos que a ti se alleguen con sed de verdad. Debes ser amable para con todos y muy paciente con aquellos que no están firmes en la Fe, humilde para enseñar y con mucha mansedumbre, exhortar a los que se oponen a la verdad.
Cuida de llevar, a donde el Adón te envíe, el nombre de nuestro Santo Padre con honor, inmenso respeto y reverencia, sin dejar de mencionarlo, ya que algunos, enceguecidos por el celo de guardar el nombre, han caído en la trampa de ha satán3, llegando a negar la llave del poder y del conocimiento, al que todos podemos acceder, conociendo el nombre de nuestro Creador, YaHWéH que Él mismo escogió, dándolo a conocer primeramente a nuestros padres, para que pudieran establecer una relación íntima con Él y hasta la llegada de Nuestro Mashíaj, quien entre otras cosas vino para restaurarlo, porque cuando los hombres empezaron a desviar las instrucciones de Elohim, para convertirlas en meras leyes de hombres, ocultaron y suplantaron el Nombre  negándonos el derecho de conocer la persona que representa y a vivir en armonía con los propósitos vinculados a El. Recuerda que tal como lo hizo Yahshúa ha Mashíaj tenemos la responsabilidad de esforzarnos en dar a conocer su verdadero Nombre.
 YaHWéH promete bendecir a los que conozcan, empleen y honren su gran Nombre. Ésta es la llave del conocimiento y de la salvación, porque no hay otro en que podamos ser salvos. La palabra producida como el hijo, manifestada y concebida, siendo uno; Yahshúa: Yah: Existente, Shúa: salvación, esto es, YaHWéH es salvación.
Nombre en el que fuiste sumergida, para perdón de los pecados, como lo ordenó nuestro Adón.
Mientras espero ser condenado por la corte del César, me es permitido residir en una cómoda vivienda, donde recibo a aquellos que desean oír sobre el reino de Elohim y nuestro Adón Yahshúa ha Mashiaj.
Espero que mi testimonio avive el sentimiento de ser más fieles y celosos en la causa del Adón.
Amada Julia, sé que posees la virtud de crear hermosos adornos, he visto con que habilidad realizas esa tarea, no la abandones pues te servirá para generar ganancias, Febe te proporcionará lo que necesites, ella hace tiempo que reside allí y sabe cómo y dónde conseguir las cosas, pero por favor amada hija, no te distraigas en poseer sólo riquezas y honores mundanos, procura seguir siempre el camino de la humildad que te llevará a obtener riquezas eternas en el cielo. Confío en tu fidelidad hacia la causa y en que sabes valorar la oportunidad que te fue dada, de conocer la verdad por la que ya eres libre, por misericordia e infinito amor de nuestro Padre Celestial, que tomaste por decisión propia, ya que YaHWéh, no obliga a nadie, mas bien espera pacientemente que sus hijos lo reconozcan y decidan romper las cadenas que los atan a este mundo, gobernado por el poder de las tinieblas.
Ten cuidado de aquellos que enseñan doctrinas equivocadas de hombres, debido a que tienen el entendimiento entenebrecido y endurecido el corazón por no aceptar la verdad que proviene de un único Elohim. Anda en lo que es digno del Adón agradándole en todo y creciendo en el conocimiento de su palabra. Oro por ello todos los días.
Espero pronto poder recibir noticias tuyas, dales mis saludos a los hermanos de la congregación y con beso santo a Febe amada ayudante y sierva del Adón en cuyas manos te entrego para que le ayudes en todo lo que sea necesario. Que la Gracia y el Shalóm de Elohim y de Yahshúa ha Mashiaj sea contigo y los hermanos de Cencrea. Bendito sea el nombre de YaHWéH por siempre. Améin4.
Cuando terminé de leer, me quedé un instante meditando sobre aquellas palabras, y mirando a mí alrededor sentía una enorme satisfacción por lo que me estaba sucediendo. No era para nada racional, un día me encontraba en Barcino, en la ciudad donde nací, haciendo cosas que no me provocaban ningún tipo de satisfacción, viviendo con unos padres que absorbidos por el mundo, me ignoraban dejándome al cuidado de mi abuela. Al tiempo me encuentré en Pozzuoli en casa de mi tía donde las cosas eran muy distintas a las de mi hogar, empezando por el paisaje, siguiendo por las costumbres y terminando en lo primero a lo que le daban importancia, el amor al prójimo y a Elohim principalmente. conocí a Shaúl, quien me presentó una visión distinta del hombre que hasta el momento solo conocía como un simple Mártir revolucionario, Yahshúa ha Mashíaj, razón por la cual miles de personas han cambiado sus vidas, conocieron la salvación y hoy, como yo, son guerreros incondicionales de su causa. Después me embarqué hacia Cencrea pasando primero por Corinto, donde conocí a muchos hermanos de la Fe que sacrificaban todo un día de trabajo para satisfacer las necesidades de otros, haciéndolo con enorme alegría y gratitud hacia el Adón. Pero también fui testigo de la crueldad de la que puede ser capaz el ser humano que no esta guiado por el Rúaj de Elohim y de la injusticia de la que podemos caer presos, cuando somos juzgados por hombres que tienen el entendimiento entenebrecido. Tiempo después estaba en Cencrea, donde fui enviada por voluntad de Elohim.
Me digo que no es racional, si me baso en la forma mundana de pensar que tenía antes, sobre todo para una mujer en esta época. Sólo encuentro las respuestas y la justificación de estos hechos en la Fe y en el amor que Elohim nos tiene y espera que nosotros desarrollemos. Pero la Fe es algo que está fuera de discusión.
El amor no es algo que se piense demasiado, menos el amor por el que uno es movilizado todos los días, el amor por el que somos justificados y perdonados, amor supremo, misericordioso y paciente como el que nos tiene nuestro Padre Celestial que entregó a su hijo en sacrificio, renovando el pacto que hizo con nuestros padres, para perdón de nuestros pecados y obtención de la vida eterna. Ése sí que para el mundo es un acto irracional, pero para los que ya no pertenecemos al mundo, sino al que nos creó, es amor en su máxima expresión. Y todavía nos cuestionamos estas cosas y en nuestra banalidad nos damos el lujo de rechazar esta manifestación de amor del Padre hacia sus hijos, porque hasta nos brinda el derecho a elección, elegirlo a Él o elegir al mundo y hasta el último minuto de nuestras vidas espera que lo elijamos a Él.
Estaba muy agotada por el viaje, necesitaba asearme y descansar. Después de meditar sobre las cosas que anteriormente mencioné y comentarlas con Persis, que tiene la maravillosa virtud de escuchar incansablemente, además de hacerlo con una actitud increíblemente servicial, suele asombrarme la sabiduría con la que te responde, sabiduría que a mi entender, proviene de lo alto, oramos y me retiré a descansar en la habitación que con tanto amor y dedicación me preparaste.

  
Referencias:
  
1. Shalom.- (del hebreo) paz, tranquilidad, seguridad, bienestar, salud, contentamiento, consuelo, entereza, integridad y prosperidad
 2. Rúaj.- (del hebreo) Espíritu Apartado, también traducido como el Espíritu de YAHWEH, Espíritu de Yahshúa, el Espíritu del Especialmente Apartado.
 3. Ha satán.- (del hebreo) satán, el adversario, el diablo, la serpiente antigua, el dragón.
 4. Améin.- (del hebreo) Amén.

martes, 19 de octubre de 2010

CAPITULO II


Una vez que mi tía se hubo recuperado y luego de haberme asegurado de que quedaba en buenas manos, partí hacia Quirbet1 en compañía de Persis, Urbano, Apeles, Trifena, Lucio de Sardis y Hermes, parte de los hermanos que habían venido a Pozzuoli con Shaúl. Algunos iban hacia Cencrea, donde primeramente yo debía llevarles unas cosas a ustedes, y otros seguirían hasta Yerushalayim2, para después continuar hasta Quirbet donde debía quedarme por un tiempo.
El viaje fue muy largo, pasamos terribles tormentas, y vientos tempestuosos, pero al llegar al puerto de Cencrea, y encontrarme contigo supe que había valido la pena. Allí te conocí y comencé  a admirar la forma en que te conducías y llevabas a cabo la labor de servir a Elohim. Me asombró que  la congregación fuera tan pequeña, pero con una labor tan grande y necesaria, para sostener en la Fe a los hermanos que vivían allí debido a que estaba fuertemente instalada la adoración a otros dioses.
La comunidad Mesiánica era muy perseguida, hecho que pude comprobar cuando pasamos por Corinto donde se creía que constituían una secta, y eran llamados Netzarim3. Allí, Shaúl y sus discípulos habían hecho un gran trabajo para el Adón. Los hermanos trabajaban y las ganancias que obtenían eran impartidas continuamente a las familias que demandaban mucha ayuda, entre todos generaban un fondo común para suplir sus necesidades, ninguno retenía sus posesiones para fines egoístas sino que con extrema bondad, las distribuían entre los hermanos. Recordé el proverbio que dice: “Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza”4. Conocí a Estaquis, uno de los hermanos que ministraba la congregación. Nos recibió con gozo y un gran amor fraternal, nos albergó en su casa, humilde pero muy grande, allí se reunían los hermanos al atardecer para compartir todo lo vivido durante el día y, cena de por medio, adorar a Nuestro Padre Celestial con hermosas melodías y cantos en hebreo, idioma que pude aprender mejor en Pozzuoli. Estaquis me puso al tanto del odio nacido del fanatismo y la fuerte oposición que había hacia la causa del Mesías y a todos aquellos que la seguían. Yo le conté que cuando tomé la decisión de servir a Elohim sabía, por medio de revelación, a lo que me enfrentaría pero también tenía presente constantemente los frutos de esa decisión, sabía que necesitaría valor, firmeza y conocimiento de la Palabra de Nuestro Padre Celestial porque sería perseguida, denigrada y hasta encarcelada por causa del Nombre Santo de mi Creador y el de su hijo Yahshúa. La tarea de llevar las “Buenas Nuevas”es tan difícil para los hombres como para las mujeres aún más en esta época en que el estudio de la Palabra es casi una exclusividad para los hombres. Al segundo día caminábamos con Persis y nos acercamos a escuchar a un hermano que estaba predicando en un lugar cercano al puerto, en ese momento desembarcaban unos sacerdotes Perushim5 que se dirigían hacia Roma y al escuchar a este hermano pronunciar el Nombre Sagrado de Elohim rasgaron sus vestiduras y embistieron con toda su furia  contra este. Después de golpearlo salvajemente, lo mandaron a arrestar y pidieron que fuera juzgado por la corte del rey Agrippa II. Esa noche, llenos de tristeza y casi descorazonados, oramos incansablemente por la vida de Lucio, tal era su nombre, y porque fuese librado del terrible celo equivocado con el que eran juzgados los hombres y mujeres que caían en manos de este tribunal encarnizadamente opositor. Antes de irnos fuimos a ver a Lucio a la prisión donde se hallaba y vi a un hombre dolorido por los golpes y muy cansado por la falta de sueño, pero lleno de confianza en Elohim, aunque temeroso de que nosotros, por haber sido testigos de su opresión, desistiéramos de la causa. Lo animé asegurándole que eso nos daba más fuerzas para continuar, más aún viéndolo a él que a pesar de todo, se mantenía firme y confiado en que la voluntad del Padre se haría y que eso era lo mejor, por que al sufrir por su causa, se haría merecedor de una  gran recompensa Divina. Me fui de allí, alimentada mi alma, con la sensación de que todo saldría bien y con la promesa de que recibiría noticias mías en cuanto llegara a destino.
Estuvimos tres días en Corinto y partimos hacia Cencrea con las bendiciones de nuestros hermanos de la congregación y llenos de provisiones que nos dieron para que nuestra travesía fuera más amena.

Referencias:
1. Quirbet Qumran.- Antiguo asentamiento Judío en Israel cerca de las grutas donde se encontraron los denominados Manuscritos del Mar Muerto en 1947, esta situado al noroeste de dicho mar.
2. Yerushalayim.- En hebreo;  Jerusalén principal ciudad de Israel.
3. Netzarím.- En hebreo; Nazarenos, término que se utilizaba para mencionar a los seguidores del Mesías.
 4. Proverbios 11: 24
5.Perushim.- En Hebreo; Fariseos, denominados unas veces secta y otras escuela de pensamiento judío, surgen como grupo en el siglo II a.M. eran grandes opositores del movimiento Mesiánico.

lunes, 18 de octubre de 2010

Capitulo I

“Mas, tu, YaHWéH, permanecerás para siempre,
y tu memoria de generación en generación.
Te levantarás y tendrás misericordia de Tzión,
porque es tiempo de tener misericordia de ella,
porque el plazo ha llegado.
Porque tus siervos aman sus piedras,
y del polvo de ella tienen compasión.
Entonces las naciones temerán el nombre de
YAHWEH,
y todos los reyes de la tierra tu gloria;
Por cuanto YaHWéH habrá edificado a Tzión,

                                                             y en su gloria será visto”

Salmo 102:12-15



                                                                             I


De: Julia, sierva del Mesías por amor y entrega absoluta, escogida para preservar la verdad que me ha sido confiada por orden de Elohim1 nuestro Salvador.
A: Febe, hermana amada que llegaste a conocer la verdad antes que yo y como yo sigues unida a ella en confianza, manteniéndote en pie, firme y constante.
Paz sea contigo y con todos los hermanos de Cencrea2 que están allí llevando con tanta dedicación la tarea de promover la esperanza de vida eterna y la obediencia basada en la confianza en nuestro Adón.
Amada hermana a pesar de estar en prisión, estoy Feliz de saber que cuento contigo para continuar la tarea que me ha sido encomendada por Elohim por medio de Shaúl de Tarzo quien en su infinito amor y por el don que recibió de lo alto, vio en mí una sierva del Adón en cuanto me conoció, a pesar de saber mi pasado, en el que vivía en tinieblas, sometida a los designios del gobernador de los poderes del aire, quien aprovechándose de mi ceguera espiritual, me instaba a hacer cosas terribles, como la adivinación, la magia y la idolatría. En estos escritos que te envío con mi prima Persis, a quien ya conoces, hermana en la Fe y una fiel servidora del Mesías, voy a contarte a modo de testimonio como conocí a nuestro hermano amado Shaúl, como el me hizo conocer la verdad y a través de ella me convertí en una “hija de la luz”, emisaria de la Fe y amante fiel en el espíritu, de mi Salvador Yahshúa Ha Mashíaj.4 Adjunto a estas notas las cartas que nos enviábamos y los documentos que debes guardar con recelo absoluto ya que nos fue revelado por medio de profecía lo que va a suceder con el nombre de nuestro Santo Padre y el de su hijo. Debemos ocultarlos de las manos del ejército del emperador y de todos aquellos que le sirven, para que, cuando terminen las persecuciones y matanzas que estamos sufriendo, aquellos que sobrevivan, continúen con nuestra tarea de ser emisarios de la verdad y a través de ella puedan salvar de las tinieblas a los hermanos que están sumergidos en ellas, preservando las cosas tal cual nos fueron entregadas para que también las futuras generaciones puedan salir del máximo engaño al que estarán sometidos por el maligno.
Yo estaba de huésped por un tiempo, en la casa de mi Tía Priscila, en Pozzuoli, cerca de Roma, porque nos avisaron que estaba enferma y necesitaba quien la cuidara, desde hacía algún tiempo que Priscila estaba en la Fe.
Su marido Andrónico, profesaba adoración por Serapis5, pero después de conocer la verdad se convirtió a los caminos del Adón, su pariente Shaúl el apóstol fue quien le transmitió todo el conocimiento de la palabra, tras la muerte de su esposo, Priscila se dedicó incansablemente a proteger y darles asilo a los hermanos misioneros que perseguidos por el ejército romano bajo las órdenes del emperador Nerón, llegaban a refugiarse en casa de mi tía. Shaúl o Pavlos, como lo llaman los griegos, venía desde Malta en uno de sus viajes para promover la palabra del Adón como Él se lo había encomendado y se hospedó en casa de mi tía.
Allí lo vi por primera vez, me impresionó mucho su sencillez, su humilde pero pulcra vestimenta y la falta de equipaje. Claro que ésas eran las cosas a las que yo, en mi mundillo absurdo, prestaba mucha atención. Gracias a que se quedó varios días pude conocerlo más profundamente.
Al principio tomaba distancia de él y sus compañeros, aunque me causaban tremenda curiosidad las conversaciones que se entablaban entre ellos y Priscila; me asombraba el amor fraternal que se profesaban unos a otros, amor que yo nunca había experimentado. Como sabes, en mi hogar no se manifestaba ningún tipo de amor más que a los lujos y los placeres mundanos a los que mis padres se brindaban con mucho afán, y debo confesar que yo también de lo cual estoy muy arrepentida.
Estaba yo sirviendo la mesa y me iba a retirar a observar, como todas las noches desde otro lugar, a los comensales y sus entretenidas conversaciones cuando Pavlos me dijo:
-          ¿Por qué una mujer con un alma tan afligida decide alejarse y seguir desde la oscuridad observando como sus hermanos disfrutan de las “Buenas Nuevas”, en vez de elegir ella también ser protagonista y no só  lo espectadora de la luz?
Sus palabras traspasaron mi alma como una espada y entendiendo a lo que se refería respondí:
-          Quizá porque esta mujer tiene temor de descubrir que por la luz, debe renunciar a su antigua piel  mundana y vestirse con una renovada, dulce como la miel pero por la que debería pagar amargo precio.
    A lo que el me respondió:
-          Sucede que para esa vieja piel mundana está reservada la oscuridad más negra, para siempre, y el “precio amargo” que crees debes pagar por una piel blanca, bañada a la luz de la verdad, es nada más y nada menos que el desprendimiento de aquellos placeres puramente efímeros que no tienen siquiera comparación con la promesa dada por Elohim de vida eterna a aquellos que elijan hacer el bien siguiendo sus caminos.
No había duda del mensaje que me estaba dando. Era claro, lo supe desde siempre, algún día iba a llegar la hora de tomar una decisión que cambiaría mi vida por completo; mi abuela, que gustaba de la adivinación y hacía uso lucrativo de ella, de la que aprendí ese terrible talento que casi me lleva a la condenación eterna, fue la que vaticinó que yo no podría escapar de lo que el “destino” me tenía preparado, que ayudaría a mucha gente y que esa labor desinteresada me llevaría inclusive a dar mi vida. Claro que yo era muy pequeña cuando me dijo eso y su cara no fue de aprobación. Por el contrario se retiró meciendo la cabeza de un lado a otro en signo de negación y pronunciando maldiciones. A partir de ese día se empecinó más que nunca en enseñarme todo sobre las “artes demoníacas de la adivinación y la magia”. Pero como ya sabes, el llamado de Nuestro Padre, es como fuego que te consume, es más poderoso que cualquier fuerza “sobrenatural” y no puedes evitarlo.
Esa noche fue la noche en que comprendí que había vivido dormida y Shaúl había llegado por misericordia de Elohím, a despertarme.
Él me contó como, de perseguir hasta el cansancio a aquellos que servían al Mesías,  arrastrarlos a los tribunales y condenarlos a muerte, se convirtió en un emisario de Yahshúa de Nezaret. Los detalles, por supuesto, ya los conoces.
A medida que más sabía, mas deseaba Fervientemente “acercarme a la luz” y tomé la decisión; una tarde llegué hasta donde estaba Shaúl dando la palabra a un grupo de personas reunidas cerca de la orilla del mar y, cuando hubo terminado, me acerqué y le dije que quería ser inmersa  no solo en las aguas, sino en el Espíritu y en la sangre redentora de mi Salvador y del pacto eterno. Cuando terminé de decir esto me tendí sobre sus pies y lloré sin parar. Mi alma estaba quebrada y terriblemente arrepentida de haber rechazado durante tanto tiempo a Aquel que en su infinito amor había dado la vida por mí.  No sólo lloré, también vomité, como si todo lo que tenía en mi interior fuera algo en descomposición, que hasta ese momento creía no me había hecho daño alguno. Vomité odios, rencores, envidias, celos, recuerdos de mi pasado tormentoso lleno de pasiones irrefrenables que debilitaron mi cuerpo y lo dejaron con heridas, heridas que eran sanadas en ese momento por el amor incondicional con el que era perdonada y justificada, pero no sólo por mi arrepentimiento, sino por el sacrificio de nuestro Cordero Redentor, sin mancha, como ningún otro y como no podría haber sido de otra manera.
Mi cuerpo temblaba, estaba muy debilitada, Shaúl se inclinó para darme fuerzas y llevarme hasta las aguas para purificarme. Allí nací de nuevo y me convertí en una creación renovada.
Acompañé a Pavlos cada vez que pude, escuchaba sus enseñanzas y era testigo de los milagros que realizaba por el poder que le había sido impartido de nuestro Padre Celestial. Aprendí como debía conducirme ya que había elegido ser una discípula del Rabino Yahshúa ha Mashiaj y Pavlos era el emisario de sus palabras, con las que me instruía a mí y a más personas, entre ellas a mi prima Persis que venía de Neápolis para quedarse con nosotros en la casa de tía Priscila, porque sus padres habían sido asesinados en un saqueo6. Persis fue una compañía inseparable e incondicional para mí, hasta el día de hoy. Tomó con total naturalidad la decisión de darse a los servicios de Elohim, conocía los hechos desde antes, ya que hasta entonces, había sido de poder público y extensamente relatada la historia de Yahshúa. Como Shaúl debía, en unos días, partir hacia Roma y sabía que era muy probable que no nos viéramos nunca más, me dejó encomendadas unas misiones. La primera, que exaltara el nombre de Nuestro Santo Padre donde fuera que estuviera, la segunda ir a Qumran para llevar unos escritos a unos hermanos de esa comunidad y quedarme allí en la casa de tu padre en Quirbet para poder meditar en la palabra y reforzar mi Fe. Allí me aportarían datos que eran importantes para continuar con las labores que Elohim tenía destinadas para mí. Las otras misiones están detalladas en las cartas que él me escribió.
La despedida fue muy dura para todos, mi tía no dejaba de llorar y yo por mi lado, sentía que una parte de mí se iba con él. Si es la voluntad de Nuestro Padre celestial que aquí en este mundo no nos veamos más, yo mantengo viva la esperanza de que, por medio de la promesa dada por Elohim, tendremos vida eterna si seguimos sus caminos y aceptamos a su Hijo. Seguramente nos veremos de nuevo...
 Referencias
 1. Dios (Proveniente de la palabra griega Deus) y Señor son apelativos que son usados como reemplazos tradicionales al nombre del Creador. Diccionario Cristiano Strongs
Dios, una palabra común teutónica para un objeto personal de adoración religiosa, anteriormente aplicada a seres súper-humanos de mitos paganos; desde la conversión de las razas teutónicas al cristianismo, el término fue aplicado al Ser supremo. Enciclopedia Americana                                           
Elohim era el término hebreo que utilizaban los hebreos para reFerirse al creador cuando no utilizaban su Santo Nombre debido a que las otras denominaciones  pertenecían a  cultos paganos. Hoy en día se sigue utilizando.
2. Cencrea .- Puerto pequeño del golfo Sarónico, actual golfo de Egina , perteneciente a la ciudad antigua de Corinto en Grecia. Destruida por los godos en el 395 D.M.(Después del Mesías). Enciclopedia Encarta.
3. Adón.- Palabra hebrea que significa Amo.
4. Yahshúa ha Mashiah.- Nombre de nuestro Salvador. Como era Judío su nombre completo es Yahoshúa Ben Yosef , que en la forma abreviada significa Salvación. Ha Mashiah, el Mesías, literalmente el Ungido. Nuevo testamento con las raíces Hebraicas restauradas, Traducción de Diego Ascunce.
5. Serapis.- (Mitología griega y egipcia) Dios de la Fertilidad y de la medicina y soberano de los muertos en Tártaro, El culto a Serapis se difundió a través del mundo antiguo y del imperio Romano. Enciclopedia Encarta
6. Nerón.- Emperador de Roma (54-68 D.M.) para financiar sus espectáculos entre otras cosas saqueaba las casas y los comercios de los habitantes de Italia y las provincias.


La Discípula del Apóstol y el secreto del nombre de Dios (el Manuscrito de Julia)



IMPORTANTE

Entre las palabras de este libro se encuentra el Santísimo nombre de nuestro Padre,
Y de acuerdo con las instrucciones dadas en el primero de los mandamientos, no puede tenerse a menos.
No debemos hacer mal uso de esa premisa, destruyendo las páginas que contengan escrito el nombre. Procedan conforme a su conciencia.

                                              PROLOGO


SI HICIÉRAMOS UN BREVE VIAJE AL PASADO, AL MOMENTO Y  LUGAR DONDE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD  ES DIVIDIDA EN DOS, POR CAUSA DE “UN HIJO DE HOMBRE”, UN GRAN PROFETA Y MAESTRO PARA ALGUNOS Y UN ÍCONO MORAL PARA OTROS... ¿QUÉ HALLARÍAMOS? ¿CUÁLES SERÍAN NUESTROS PROCEDERES?

LOS REGISTROS DE LOS HISTORIADORES DEL PRIMER SIGLO, APENAS NOS APORTAN UN POCO MÁS DE INFORMACIÓN ESCASA  SOBRE LA CUAL FILÓN, IRENEO Y JOSEFO, ENTRE OTROS,  TRATAN DE CONTAR DE FORMA “NO ESPIRITUAL” ALGUNOS DE LOS ACOTENCIMIENTOS QUE, AÚN HOY, PARA MUCHOS LECTORES DE LA BIBLIA SON UN MISTERIO.
DE MISTERIOS REVELADOS Y SECRETOS OCULTOS DURANTE SIGLOS, INCLUSO ANTERIORES AL SIGLO PRIMERO MEJOR CONOCIDO COMO EL COMIENZO DE LA “ERA CRISTIANA”, MUCHOS PREFIEREN NO HABLAR. EL PUNTO CRUCIAL DE ESTA CUESTIÓN, ES LA CONTROVERSIA.
¿ES CONTROVERSIAL HABLAR DE “RELIGIÓN”? ¿LO ES, PENSAR O INTENTAR PENSAR EN AQUELLOS MISTERIOS, COMO HECHOS NO RELIGIOSOS?
EN LA SOCIEDAD ACTUAL, QUE SIGUE ESTANDO CONSTITUÍDA POR EL MISMO GÉNERO HUMANO, QUE UNA VEZ FUE PARTE DE OTRA SOCIEDAD, EL TEMA DE LA FE ES TAN ÍNTIMO Y OCULTO COMO CUALQUIER MISTERIO O SECRETO QUE ESTA NOVELA QUIERA CONTEMPLAR A LA LUZ.
SI BIEN ÉSTE RELATO TIENE MUCHAS SIMILITUDES CON LAS LLAMADAS “CARTAS PAULINAS”, NO ES UN EXTRACTO DE LAS MISMAS; ES SOLO UN RELATO FICTICIO, (PERO LLENO DE DATOS REALES), DÓNDE HACIENDO UN INTENTO DE VIAJAR EN EL TIEMPO, SE EXPONEN ALGUNAS CUESTIONES PROFUNDAS DE LOS PERSONAJES DE AQUELLA ÉPICA ÉPOCA.
CIERTAMENTE, LA ESENCIA DE LO DESCRITO, NO ES UN RELATO HISTÓRICO, LOS RECURSOS TOMADOS EN SÍ LO SON, PERO LA MAYOR  MOTIVACIÓN PARA LA ESCRITURA DE ÉSTE LIBRO, HA SIDO DESMITIFICAR LAS CORRIENTES RELIGIOSAS Y SUS MÚLTIPLES VOCES, TAN MULTIFORMES E INCONGRUENTES ENTRE SÍ, COMO LO FUERON EN AQUELLOS AÑOS TAN PASADOS Y PRIMARIOS.
CON UNA LECTURA SUPERFICIAL, EL LECTOR,  PODRÁ VISLUMBRAR LA INAMOVIBLE CONDICIÓN NATURAL HUMANA. LAS SIMILITUDES DE CARACTERES ENTRE AQUELLOS HOMBRES Y MUJERES, Y LOS DE HOY, SON IMÁGENES ESPECULARES EN LA LÍNEA DEL TIEMPO.
GENERALMENTE, SE HABLA DE UN MUNDO QUE SIGUE SIENDO MUNDO... PERO, HAY UN FACTOR DETERMINANTE PARA QUE EN CADA PERSONA, EL MUNDO NO SEA UN GLOBO DE MONOTONÍAS. ESE FACTOR FULMINANTE PARA TODAS LAS CORRIENTES FILOSÓFICAS Y RELIGIOSAS, ES LA IDENTIDAD DE NUESTRO “CREADOR”, SI SE CREE EN QUE LO HAY, Y DE SU PROCEDER  CON LOS MORTALES.
MUY POCAS PERSONAS SABEN DECIDIR SI  TUVIMOS UN COMIENZO CREADO, O SI SOMOS EL RESULTADO DE UNA CONDICIÓN AZAROSA.

EL PERSONAJE PRINCIPAL, AQUÍ, Y SUS ACOMPAÑANTES HALLARON EL CAMINO INTELIGIBLE, PARA LLENAR TODO EL VACÍO QUE EL UNIVERSO NOS PRESENTA. LAS DISTANCIAS, LOS TIEMPOS Y LOS RASGOS ÉTNICOS, COBRAN  UNA SERIE DE VUELCOS INESPERADOS A CADA PASO, EN LA VIDA DE CADA UNO DE ELLOS. LAS AVENTURAS Y DESVENTURAS, NO LOS CONVIERTEN EN SUPER-HÉROES, NI EN PRÓCERES... SOLO EN SOÑADORES TRATANDO DE ASIR UN SUEÑO; QUE EL AMOR SEA TAN ALTO Y PROFUNDO COMO EL ABARCANTE NOMBRE DE SU GUÍA-PROTECTOR.
LA LÍNEA DIVISORIA ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE, VA ESFUMÁNDOSE A MEDIDA QUE, COMPRENDEN Y CONOCEN A AQUEL QUE PARTIÓ LA HISTORIA EN ANTES Y DESPUÉS DE SU PASO POR EL MUNDO.
LOS RELATOS TIENDEN A INQUIETAR E INVITAR A LA BÚSQUEDA DE UNA VERDAD SACIADORA, RENOVADORA DEL PENSAMIENTO.
LAS CUESTIONES QUE PARECEN CONTROVERSIAR AL PLANETA, EMPIEZAN A TORNARSE EN SIMPLES NOCIONES DE LAS REALIDADES QUE NOS ACOMPAÑAN EN NUESTRA CARNE HUMANA.
EL FIN MISMO DE ÉSTA HISTORIA, NO ES UN FINAL, SINO, MÁS BIEN, UNA CARTA DE PRESENTACIÓN MOLDEADA PARA LAS MENTES MÁS SIMPLES: CONOCER LA LLAVE DE TODO CONOCIMIENTO. LLAVE FALSIFICADA, OCULTADA Y HURTADA DURANTE MILENIOS.
ASI PUÉS, AQUÍ SE PRESENTA LA LLAVE, SIENDO ENTREGADA EN SUS MANOS MEDIANTE LAS PALABRAS DE ÉSTE LIBRO. YA FUE HALLADA POR  MUCHOS DE OTRAS DIFERENTES MANERAS.
ES, ENTONCES  ÉSTE, UN  HUMILDE INTENTO DE LA ESCRITORA DE CONTRIBUIR AL DESCUBRIMIENTO DEL MISTERIO MÁS RECÓNDITO DEL UNIVERSO.
QUEDA A SU ENTERA DISPOSICIÓN EL ENCONTRARLO DENTRO DE LAS PÁGINAS QUE TIENE ANTE SUS OJOS...

                                                                                             Andrea Golec de Mancini.