jueves, 11 de noviembre de 2010

Capitulo VI

Si invocas a la inteligencia y llamas a voces a la prudencia;
Si la buscas como la plata y como un tesoro la rebuscas,
Entonces entenderás el temor de YaHWéH y la ciencia de Elohim encontrarás.
Porque YaHWéH es el que da la sabiduría
De su boca nacen la ciencia y la prudencia.
Reserva el éxito para los rectos, es escudo para quienes proceden
con entereza,
Vigila las sendas de la equidad y guarda el camino de sus amigos.
Entonces entenderás la justicia, la equidad y la rectitud:
Todos los senderos del bien.
Cuando entre la sabiduría en tu corazón y la ciencia sea dulce
Para tu alma...

                                         Proverbios 2:3-10

                                                                 

VI


Con la ayuda de Hermas logré vender muchas cosas en el puerto y las ganancias que obtuve sirvieron para comprar alimentos y compartir con otros hermanos. Le enseñé a Persis a usar el torno y hornear las piezas de barro, de esa forma me ayudaba con la producción de cuencos y adornos, que era lo que mas se vendía.
Persis había estado muy extraña esos días, la notaba pensativa y aislada. Como esa actitud cada vez era más notoria, decidí preguntarle qué le ocurría, pero sus respuestas no me convencían. Tuve miedo de que los hechos ocurridos anteriormente la hubieran afectado demasiado. En sus cortos catorce años, había pasado por muchos sucesos desagradables y si no hubiera sido por la protección de Elohim quién sabe si podría haber resistido. Ella era una niña muy dulce, dotada de una gran belleza, tímida pero con mucho valor y poder de decisión. Temerosa de Elohim dedicaba, gran parte del día a la lectura de la palabra y solía retirarse en soledad para meditar en ella. Rufo y Persis se habían hecho muy amigos, solían ir juntos hasta el puerto a ayudar a Hermas en el mercado. Por las tardes Rufo le enseñaba a tocar el Arpa, eso me agradaba mucho porque yo estaba demasiado ocupada, y solía sentir que la dejaba un poco de lado, pero prefería que se quedara en la casa con Victoria, mientras yo me iba  contigo a visitar a los otros hermanos, ya que cada vez se ponía mas difícil reunirse, debido a la fuerte oposición que se hacía presente hasta en las calles. Cuando las recorríamos, las personas nos miraban con desconfianza y algunas murmuraban mientras pasábamos por su lado, pero como ya sabes ese sólo era el comienzo. Por eso, Rufo era una gran compañía para Persis, varón de profunda piedad, proclamaba osadamente su Fe, poseedor de una gran sabiduría, era romano de nacimiento, pero hablaba griego y hebreo. Además estaba muy familiarizado con los usos y costumbres de los judíos, por lo que tuvo ocasión de predicar en las sinagogas de los judíos griegos. El llenaba el espacio dejado por mis largas ausencias, Persis y Victoria aprendieron mucho de él.
Le dije a Persis que cuando sintiera la necesidad de contarme lo que le sucedía yo iba a estar siempre dispuesta a escucharla, porque la amaba y además de primas éramos hermanas en la Fe, si algo la perturbaba o le estaba causando dolor, podríamos buscar la solución y orar juntas por ello. Me agradeció y dándome un fuerte abrazo me dijo que no me preocupara, no quería ser de tropiezo para mí distrayéndome con problemas que ella podía resolver con la ayuda de Elohim y que deseaba fortalecerse en la Fe para poder ser de ayuda en la causa del Adón. También me contó que Victoria y ella estaban pensando en hacer Tevilah1 en unos días. Le dije que esa era una hermosa noticia y la mejor decisión que podía tomar, me lleno el corazón de una inmensa Felicidad, nos abrazamos saltando de alegría, salí del cuarto donde estábamos y  me fui a buscar a Victoria para Felicitarla por tomar la decisión de inmersarse, las dos harían el ritual maravilloso de arrepentimiento y de pacto con nuestro Padre Celestial. Al  atardecer, celebramos juntas las cuatro, mientras yo elevaba melodías con el arpa. Tú, hermana amada, hiciste uso de la hermosa voz que te regaló Elohim cantando salmos para él, Victoria y Persis danzaban alrededor nuestro. Recordé las palabra de mi Maestro cuando me dijo, “Habrá mas gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento”.
Cuando me retiré a descansar, comencé a escribir la carta dónde le relataría a Shaúl todo lo acontecido, y otra a Lucio, el hermano que había sido apresado en Corinto y trasladado a Yerushalayim para ser juzgado, cuando nos despedimos le había dado mi palabra de que pronto recibiría noticias mías, estaba ansiosa por escribirles a todos y compartir con ellos, a pesar de la distancia, lo que me estaba sucediendo. Tenía que apresurarme porque al otro día, muy temprano en la mañana zarparían los dos barcos que llevarían mis cartas, uno a Pozzuolli  y el otro a Antípatris, donde hay un puerto cercano a Yerushalayim. Una vez allí, los hermanos que partirían en los barcos, se encargarían de llevar las cartas a destino. Junto a la carta para Shaúl enviaba una para tía Priscila, que debía estar angustiada por no recibir noticias mías ni de Persis.
Me dormí orando porque llegaran las cartas sin demora y que los portadores de las mismas fueran protegidos por las fuerzas celestiales de Elohim para que nada les sucediera en el camino.
Dos días después acompañamos a Victoria y a Persis a la isla de Egina donde vivía un hermano de la congregación llamado Seba, nacido en Yerushalayim e hijo de un Fariseo. Había conocido a nuestro Salvador Yahshúa, por medio de Kefa, con quien trabajaba, Seba recibió el Rúaj de nuestro Padre Celestial, junto con las miles de personas que estuvieron en la congregación celebrando Shavuot 2, después de la ascensión al cielo del Mashiaj.
En ese momento, se encontraba en la isla por obra de Elohim, para dar testimonio de la verdad sagrada en la que fue inmerso y bajo la influencia de esa iluminación celestial, inmersaba en las aguas a los habitantes del lugar en el nombre de Yahshúa tal como el Padre lo ordenó.
Al llegar me deslumbró la hermosura del paisaje. Las montañas servían de marco al majestuoso templo de Apolo. Innumerables estatuas de mármol opacaban los espacios donde había flores. Comprendí lo necesaria que era la presencia de Seba en la isla, ya que estaba dedicada casi en su totalidad a la idolatría. El realizaba la magnífica labor de rescatar almas para Elohim, tarea que por supuesto no le era para nada fácil, los sacerdotes del templo de Apolo estaban en completo desacuerdo, al punto de estar a la espera de que, si Seba atacaba directamente a sus dioses y a los grandes hombres de la ciudad, se habría expuesto a la suerte de Sócrates, siendo condenado a muerte.
La casa de Seba estaba cerca del puerto, al noroeste de la isla, en una llanura cubierta por variedades de cultivos que tapizaban el lugar. Las plantaciones de uvas e higos perfumaban el aire, también cultivaban la fruta del olivo, almendras y maní. Nuestro hermano era poseedor de unas tierras que había adquirido con el fin de darles trabajo a los esclavos que compraba en el puerto, donde era común su comercialización, para liberarlos y tras su libertad no volvieran a ser capturados, sino que estuvieran bajo su protección. Distribuía las ganancias y los bienes que obtenía entre las personas que vivían con él, de acuerdo a las necesidades de cada uno. Eran muchas las familias que habían construido sus viviendas alrededor de la casa de nuestro hermano y dependían del trabajo en la campiña de Seba.
Ya en las puertas de su casa, nos recibió con afecto incomparable. Su aspecto era de una incomparable dulzura celestial, sus ropas eran blancas como el algodón, hacían resaltar el azul de sus ojos que tenían un brillo especial, tenía una barba larga y muy blanca que se perdía entre las ropas. Sus movimientos eran muy tranquilos y poseía una amabilidad asombrosa.
Compartimos un almuerzo delicioso que el mismo preparó y cuando ofició la bendición de los alimentos lo hizo de una manera muy similar a la de Shaúl. Todos nos emocionamos al escuchar su tierna voz, cantando en agradecimiento a Yah, elevando sus manos al cielo, con una expresión en su rostro de Felicidad, como si el Padre lo estuviera tomando de las manos.
Cuando terminamos de almorzar nos llevó a recorrer las plantaciones mientras nos contaba como era su vida allí, nos dijo que, con las riquezas que le había dejado su padre y después de haber recibido la orden del Altísimo de viajar desde Yerushalayim hasta Egina, compró las tierras para poder generar recursos y subsistir, pero el Altísimo lo bendijo de tal manera por cumplir los propósitos divinos, que no sólo subsistió, sino que pudo sostener a las familias que después de aceptar la verdad eterna, y alejarse de la idolatría, debían abandonar sus hogares, porque eran terriblemente asediados por los que rechazaban la doctrina del Adón. Allí como en todas partes el enemigo y su ejercito de ángeles caídos se esforzaban, por medio de argucias y persecuciones en apartar a los conversos de la verdadera Fe.
Seba nos dijo que los obreros de Elohim debíamos proseguir rápidamente con la causa del Adón debido a que Ha Satán estaba introduciendo elementos de confusión y rebelión en las mentes de aquellos cuyo corazón estaba endurecido, debido al celo con que defendían su posición carente de sabiduría de lo alto y llena de doctrinas de hombre.

Citó: - Como dijo nuestro hermano Pavlos, no tenemos lucha contra sangre y carne sino contra principados, contra potestades, contra los gobernantes de las tinieblas de este mundo. En las Sagradas Escrituras están claramente reveladas todas estas cosas, nos dicen acerca del número, de la gloria y del poder de los seres celestiales. Los discípulos de Yahshúa ha Mashíaj, todos los que le amamos y seguimos sus mandamientos, estamos bajo la protección de los guardianes de Elohim, es el medio utilizado por Yah, para proteger a su pueblo.
Nadie está en mayor peligro que aquellos que niegan la existencia del Demonio y sus ángeles caídos, ellos aprovechan la necedad y la ignorancia de tales personas para influirlos y hacerles creer en sus sugestiones, convencidos de que siguen el dictado de su propia sabiduría. Ha Satán vive temiendo que nos demos cuenta de sus engaños, las Sagradas Escrituras nos  revelan sus fuerzas ocultas, dándonos ejemplos de como actúa, poniéndonos en guardia contra sus ataques. Por eso instrúyanse en la Palabra de YaHWéH, en su nombre y en su palabra está el poder, ángeles de su ejército son enviados del cielo para protegernos.

Estábamos deleitados con la sabiduría con la que relataba el poder infinito de nuestro Padre Celestial, Persis y Victoria, casi no prestaban atención al paisaje, sus ojos estaban fijos en el rostro tan agradable de aquel hombre que las tenía cautivadas con las cosas que decía. Rufo, que también estaba con nosotras, desbordaba de alegría y yo no quería dejar de escuchar a Seba pero estaba obscureciendo y debíamos volver para descansar, porque al otro día mis hermanas harían Tevilah y nos despertaríamos muy temprano.
Estaba amaneciendo cuando me despertó Persis que ya estaba vestida y muy ansiosa. Le dije que llamara a Victoria, que era la que más tiempo dormía, pero milagrosamente en ese momento apareció en el cuarto ya lista, avisándonos que el desayuno estaba servido. No podía creer lo que mis ojos veían, agradecí inmensamente a mi Padre Celestial por el cambio que había producido en mis hermanas, Persis era una niña muy tímida, solía tener un andar triste y cabizbajo, su rostro solía reflejar todo el dolor que su alma cargaba. Victoria que había  llevado una vida desenfrenada y por lo cual ella misma se había definido como “muerta en vida”; cuyas ropas eran exuberantes, de muchos colores y bordados exagerados, cuyo pelo estaba siempre alborotado y no solía asearse muy seguido que adornaba su cuerpo con muchas joyas y su rostro estaba siempre pintado, había cambiado...
Ese día, cuando las vi esperando que yo me vistiera, paradas en la puerta, ansiosas y Felices, no paraban de hablar. Sus expresiones y su apariencia eran totalmente distintas a las de antes y en ese momento me di cuenta más que nunca de como te transforma maravillosamente el amor de Elohim. Él llena los corazones de los que creen de gozo, nos viste con la coraza de la Fe, de amor y de salvación. Él impide que las aflicciones amarguen el carácter y destruyan la paz mental, aún en las mas duras pruebas, porque si las soportamos bien, Él nos refinará como al oro y nos purificara como agua de manantial uniéndonos más y más con Yahshúa. Y, como me dijo Shaúl, “los que participan de los sufrimientos de Yahshúa ha Mashiaj, participarán también de su consuelo, y al fin compartirán su gloria”.
Fuimos hasta un lugar solitario de la isla, en la costa. El agua estaba transparente y muy calma, imitaba el celeste profundo del cielo, parecía como si todo ese paisaje estuviera preparado para nosotros.
Todos estábamos vestidos de blanco, Persis y Victoria estaban resplandecientes, Seba comenzó a cantar salmos en hebreo y Rufo lo acompañaba con el arpa. Cuando terminó nos dijo, dirigiéndose especialmente a las dos hermanas que iban a inmersarse:
-          En este día los poderes celestiales están conmovidos, miles de ángeles de Elohim nos rodean danzando y  elevando odas a Yah, derramando rayos de luz, para disipar el error y abrir sus mentes y corazones, para recibir la verdad y la bendición de nuestro Padre Celestial. Cada acto de renunciación, de sacrificio, es fielmente registrado y traerá su recompensa. A partir de hoy nada ni nadie podrá atravesar el cordón con el que son sujetos a su Creador, ese cordón lleva el nombre de su Salvador, Yahshúa ha Mashiaj. Ya no hay nada que se pueda ofrecer en sacrificio que tenga valor para Elohim, el Mashiaj se convirtió en el verdadero y único sacrificio por los pecados del mundo. Él, bañándonos en su sangre, pura y sin mancha, abrió un sendero de salvación tanto para Judíos como para gentiles, renovando el pacto hecho anteriormente con nuestros patriarcas, convirtiéndonos en una sola carne con él. Porque todos somos hijos de Adán, debemos hacer valer eso mediante una vida de obediencia imitando lo mejor posible a nuestro único Maestro Yahshúa testigo fiel y verdadero, la Palabra de YaHWéH encarnada. 
Tomando de la mano a Persis la llevó hasta las aguas mientras le decía:
-          Hijita, Elohim se deleita en tomar al ser humano imperfecto y transformarlo para alabanza de su gloria y de su gracia. Su amor te regenera y te engrandece. A partir de este momento eres llamada desde las tinieblas a la luz admirable de la verdad. Darás a otros las verdades vivientes del cielo, les llevaras el nombre, que es sobre todo nombre, el que te dará el  poder suficiente para obrar de una manera que ni te imaginas, darás un testimonio fiel a tu generación, serás un centinela para los que te escuchen, ángeles serán enviados para tu protección en todo momento para que no sea interrumpida la labor que te ha sido designada, porque deberás sortear luchas, persecuciones y tinieblas te cercarán, pero si no te apartas de sus instrucciones de vida, YaHWéH no te abandonará. Las doctrinas puras del cielo te serán reveladas para que no salga de ti palabra que no sea de Elohim y para que tu pie no tropiece.
Después de decirle estas palabras la sumergió en las aguas en el nombre de Yahshúa ha Mashiaj como fue ordenado por los siglos de los siglos hasta su regreso.
El rostro de Persis reflejaba una Felicidad como nunca había visto antes. Corrió a abrazarnos a todos y nos dijo cuánto nos amaba y se alegraba su corazón porque estuviéramos con ella compartiendo ese momento. Después de esa demostración de afecto nos echamos a reír por que estábamos todos mojados.
Seba invitó a Victoria a que lo acompañase y mientras iban caminando le dijo:
-          Hermana, dijo YaHWéH por medio del profeta Yeshayah3:- “Ustedes son mis testigos, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcan y crean, y entiendan que yo mismo soy: antes de mi no fue creado dios, ni lo será después de mi. Yo, yo YaHWéH, y fuera de mi no hay quien salve, e hice oír, y no hubo entre ustedes dios ajeno. Ustedes, pues, son mis testigos, dice YaHWéH, que yo soy Elohim”. “Yo YaHWéH te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de las casa de prisión a los que moran en tinieblas”³. Victoria, a partir de hoy debes ponerte el pectoral de justicia y hacer uso de la buena voluntad y de la confianza en el Altísimo, con los que podrás combatir las fuerzas del maligno. Debes saber que nuestro Salvador no escogió como discípulos suyos a personas eruditas o poderosas por si mismas, escogió personas humildes y sin letras, los preparó y los educó, para proclamar las verdades del Cielo, aún hoy lo sigue haciendo a través de nosotros que debemos educar a otros en su doctrina y así será de generación en generación hasta su vuelta. Fuiste elegida por la gracia de Yahshúa para llevar el mensaje de vida a otros, al igual que tú estuviste sometida bajo el poder de las tinieblas; ellos todavía están entenebrecidos, debes llevarles la luz para que puedan elegir entre la vida o la muerte eterna. Debes llevar a cabo la labor que te es encomendada, antes de que seas llamada a descanso. Deposita enteramente tu confianza en el Adón, Él sabe que las personas elegidas para ser servidores de Elohim, son personas débiles y expuestas a errar; pero si te entregas con humildad y verdadero arrepentimiento, en súplica ferviente y perseverante, siguiendo su ejemplo, Él te promete ayuda divina en la batalla contra la desobediencia y en los momentos más difíciles te llenará de valor.
Victoria lo miró conmovida y con la vos endulzada por la emoción le dijo:
-          Que así sea, y se haga la voluntad del Padre sobre mí,  haré que se sienta orgulloso de quien una vez lo rechazó y se entregó a los placeres del mundo. Hoy me entrego completamente a Él, bañándome en la sangre de su Hijo quien la entregó para pagar por mis errores. ¡Améin!
Una vez dicho esto Seba la sumergió en las aguas completando el hermoso ritual de inmersión. En ese momento creí desvanecerme, me refregué los ojos porque mi visión estaba nublada. Cuando volví a mirar, vi montones de ángeles de Elohim, rodeando el lugar donde estábamos. Estaban ordenados al igual que un ejército de hombres en formación estratégica, listos para la batalla. Era una visión maravillosa, nos estaban resguardando para que ese momento no fuera interrumpido por nada. La luz que irradiaban era tan fuerte que casi no se distinguían las figuras. Exaltada por la emoción les pregunté a todos, casi gritando, si estaban viendo lo mismo que yo, pero me dijeron que no, excepto Seba que cayó al suelo postrándose para adorar a Yah e invitándonos a que hiciéramos lo mismo nos dijo:
- Vengan, amados, acérquense más, exaltemos a aquel que es motivo principal de los afectos y obediencia de sus criaturas. YaHWéH, adorado sea tu nombre, eterno e infinito es tu amor, eres grande en misericordia y tardo para la ira, por eso nos has llamado, por medio de tu hijo Yahshúa ha Mashíaj, para que seamos instrumento de tu voluntad, haciendo honor a tu Santo Nombre, impidiendo que sea borrado o sustituido. Tú lo harás conocer a toda criatura, para que conozcan su poder, guiarás a tus siervos para que lo guarden con celo de aquellos que, instigados por el maligno, intentarán someter tu nombre al olvido. El mal crecerá como nunca antes, en las generaciones venideras, pero al fin de los tiempos, como tú lo estableciste, tu nombre resurgirá con magnífico e inigualable poder entre aquellos que escuchen tu llamado, restaurándolo y desterrando todo nombre sustituto, lo llevarán hasta los confines de la tierra, para que todos sepan cual es el nombre de Elohim y el de su hijo Yahshúa, que fue dado a los hombres para que por medio de Él, sea toda oración, no hay otro más poderoso, ni en ningún otro hay salvación, Él es el único Sacerdote que interviene por nosotros para perdón de nuestros pecados y obtención de la vida eterna. ¡Améin!.

Después de escuchar la revelación que nos era dada por medio de nuestro hermano, nos incorporamos porque hasta ese momento estábamos postrados en señal de humillación y agradecimiento, a nuestro Padre Celestial. En ese momento, mis ojos fueron cerrados al universo celestial y ya no podía ver a los ángeles, pero sabía que seguían allí pues, aunque se relevan y cambian puestos, nunca nos abandonan.
Regresamos a la casa de Seba y compartimos una deliciosa comida, junto a todas las personas que vivían con él. Nos recibieron con mucha alegría y gestos afectuosos felicitando a Persis y Victoria por haber aceptado a Nuestro Adón y realizar Tevilah.
La tarde se llenó de cantos y alabanzas acompañados por hermosas melodías que salían de los instrumentos que tocaban los hermanos mientras otros danzaban. Era una fiesta en honor a nuestro Padre por habernos recibido como sus hijos justificados por la sangre de nuestro Mesías.
Antes de retirarnos a descansar, Seba nos dedicó unas palabras. Aprovechando que estábamos todos nos dijo:
- Amados hermanos, siempre recuerden que la Salvación en Yahshúa
nos aparta de toda religión, porque el Todopoderoso no es religioso, ni nos pide religión, que es una invención puramente humana, nuestro Padre Celestial nos pide Fe y gratitud en alabanza, por todo lo que hace en nuestras vidas y eso es lo que nos diferencia de otras personas como creyentes y es la verdad que nos debe llevar al frente cuando llevamos la palabra de Elohim, pero sin apartarnos del tanaj4, que es esencial en nuestras vidas. Hijos míos, no entren nunca en discusiones ni contiendas sobre religión, porque debilitarán la obra para la que fueron destinados, mi deseo es que tengan el discernimiento concedido de lo alto, para darse cuenta en esos momentos, que están siendo provocados por el maligno para perder la paciencia, mantengan la compostura, sean amables y pacientes con aquellos que no entiendan el mensaje. Tengan cuidado con los falsos maestros que intentaran seducirlos con doctrinas mezcladas, e intentaran inducirlos al error de tergiversar las sagradas escrituras, cambiando los mandamientos de Elohim por mandamientos de hombres. ¡Ustedes saben como probarlos!. Recuerden que nos fue dicho por nuestro único Gran Maestro, que si lo amamos, guardaremos sus mandamientos, y el le pedirá al Padre y el Padre nos dará otro consejero confortador como Èl, El Rúaj de verdad para que este con nosotros para siempre; la manera que podemos estar seguros que le conocemos, es si estamos obedeciendo sus mandamientos, cualquiera que diga, “yo le conozco”, pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no esta en el.
-          De esta manera,-prosiguió – probarán espíritus y se probarán ustedes mismos. Como testigos de la verdad y de la justicia de Elohim andarán por el mundo. Yo los bendigo en el nombre de Yahshúa ha Mashiaj.

Luego de decir estas palabras nos saludamos todos con beso santo y un abrazo de despedida, con la esperanza de vernos de nuevo,  porque al otro día saldríamos muy temprano de Egina, de regreso a Cencrea.


 Referencias:

1. Tevilah.- inmersión en agua (Eze.36:25-27, Mat.3:6-11 Marc.16:16) es ritual de arrepentimiento y de pacto con YHWH, Elohim de Israel y de todas las naciones, practicado hasta el día de hoy, también es llamado bautismo. Así se bautizo nuestro Mesías.

2. Shavuot.-Fiesta de la entrega de la Torá. Llamada por la iglesia Católica Apostólica Romana, Pentecostés. La fiesta de las Semanas, puesto que viene siete semanas después de Pascua; también llamada Pentecostés (del griego pentekostos, "cincuenta"), porque uno cuenta cincuenta días después de Pascua. Una de las tres regalim ("fiestas de peregrinaje") cuando al pueblo de Israel se les requería subir a Yerushalayim a celebrar ante YAHWEH, las otras dos son Pésaj y Sukot. (Hch 2:1+)

3. Yeshayah.- Isaías: 43:10-12; 42:6,7.
4. Tanaj.- Hebreo, Biblia, es la palabra inspirada de YHWH, incluye Torá (Pentateuco), Nebihim
(ProFetas), Ketubim (Salmos y libros históricos) y Brit HaJadashá (Pacto renovado traducido como Nuevo Testamento), es la única regla de Fe y practica dada a la humanidad por YHWH, ( se pronuncia, YaHWéH)



No hay comentarios: